La ciencia detrás de los OLM

¿Cómo funcionan los OLM en el cuerpo?

Una vez ingeridos, los oligosacáridos de la leche materna (OLM) son resistentes a la digestión en la porción superior del tubo gastrointestinal y llegan intactos a la porción inferior. Allí, los OLM sirven como prebióticos naturales, o «alimentos» para probióticos. Como tal, apoyan el crecimiento y desarrollo del  microbioma intestinal infantil.

Se ha demostrado que los OLM favorecen la integridad intestinal, el desarrollo del cerebro, las capacidades cognitivas y la salud inmunitaria. También influyen en el desarrollo natural del microbioma neonatal. Se ha estudiado científicamente que los OLM favorecen el desarrollo de sistemas inmunitario y digestivo normales en bebés prematuros.

Nuestro equipo de investigación se centra en seguir explorando y desarrollando los beneficios para la salud de los OLM.

 

¿Los OLM son parecidos a otros prebióticos como, por ejemplo, los galactoligosacáridos o los fructoligosacáridos?

Aunque todos pertenecen a la clase de los prebióticos, se diferencian sustancialmente en su estructura y función. Sin embargo, los OLM son los únicos prebióticos que aparecen de forma natural en la leche materna. Además de ser bifidógenos (promueven la proliferación de las bifidobacterias beneficiosas en el tubo intestinal), los OLM favorecen el bienestar y la salud intestinal, apoyan el desarrollo cerebral y ayudan a equilibrar el sistema inmunitario.

 

Funciones clave de los OLM

Existe un amplio abanico de estudios sobre los beneficios de los OLM. Información clave:

  • En estudios científicos, se concluyó que los lactantes que tomaban fórmulas infantiles con 2'-FL mostraban un perfil de proteínas relacionadas con la respuesta inmunitaria que es comparable al de los lactantes amamantados.1 El aumento de la concentración de 2'-FL y 6'-SL en la leche materna se asocia con un mejor neurodesarrollo durante el primer mes de vida.2

  • Existen indicios de que los OLM apoyan el sistema inmunitario y la salud e integridad intestinales. Algunos OLM específicos se unen a las proteínas ligadas a glicanos sobre las superficies celulares, y son esenciales en la respuesta inmunitaria.3 Se ha sugerido que varios OLM apoyan una microbiota equilibrada mediante diferentes mecanismos, por ejemplo, favoreciendo las bacterias saludables. Los OLM favorecen diferentes vías en el sistema inmunitario y, por lo tanto, se cree que también apoyan áreas relacionadas con la salud inmunitaria, como la cutánea y la respiratoria.4

  • Hay indicios de que concentraciones más altas de 2'-FL en la leche materna favorecen el desarrollo cognitivo en los primeros años de vida.5

  • Por su naturaleza como prebióticos, los OLM sirven de alimento a las bacterias intestinales que tienen la capacidad de metabolizar oligosacáridos. Diferentes bacterias Bifidobacterium, Bacteroides y otras beneficiosas como Lactobacillus y Akkermannsia6 pueden utilizar los OLM directamente o a través de alimentación cruzada. Al promover las bacterias beneficiosas, reducen la proliferación de las que pueden ser perjudiciales en el intestino. Además, puesto que secretan metabolitos ácidos, como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), el entorno dificulta la proliferación de las bacterias perjudiciales. También se sabe que los AGCC influyen en las funciones epiteliales y en la respuesta inmunitaria.7 Por lo tanto, los OLM tienen un doble beneficio sobre la función inmunitaria: directamente y a través del microbioma intestinal que favorecen. 

 

Cinco áreas prioritarias al estudiar los OLM

Eche un vistazo al interior de nuestros laboratorios y conozca algunos de los miembros del equipo de OLM Aplicados para descubrir las cinco áreas prioritarias de nuestros estudios: la barrera intestinal, el sistema inmunitario, el microbioma, el desequilibrio bacteriano y el desarrollo cerebral.  

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Referencias Abrir Cerrar

1  Göhring et al., 2016.
 2 Oliveros, 2020.
 3 Ayechu-Muruzabal et al., 2018.
 4 Zuurveld et al., 2020.
 5 Berger et al., 2020.
 6 Gotho et al., 2018, Kostopoulus et al., 2020.
 7 Li et al., 2018.

 

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